viernes, 11 de junio de 2010

Un pulso eterno recorre lo que pensamos,
Dolor, sensación de arena en la boca
Que culmina en pastillas que anestesian la energía fluyente.

Al contar los pasos que no doy, sombras, ventanas con cortinas cerradas,
Escalones sin escaleras que se asoman en nuestro mirar.
Torbellinos, tornados son los que nublan cada estación, parpadeo o suspiro.

Las redes se cortan y amarran con distinto cordel.
Ya nada es igual, quizás parecido en color, textura; hilar
No, en lo real que ya perdimos.
Si, cada vez que te veo detrás de todo ese humo.

La nube negra tóxica que compartimos,
Nos traslada a la influencia de lo que vemos, sin saber lo verdadero.
Solo crees lo que vez, no es lo que sientes, piensas, vives.
Todo es un incierto, si es que tu has pensado, o no?

Papel en el que escriben valores inventados,
Eso es más creíble que miles muriendo cada día por el mismo.
Ojos que no ven, bolsillos que piensan en el poder creado por nosotros.

Una puerta con cerradura, que no todos tienen la llave.
Y una puerta abierta para los que les negaron la entrada en la primera.

Con los ojos cerrados me dirías cual es tu puerta?

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